30 de agosto, el grito por las víctimas de las desapariciones forzadas
Pedro y Andrés, hermanos de 17 y 14 años respectivamente, fueron secuestrados por la policía; Efraín, Javier y Paúl, periodistas de un medio reconocido, realizaban su labor en la frontera de un país y no regresaron nunca más a casa; Katy y Óscar paseaban por las carreteras del país, su intención era viajar unos días, sin embargo, tampoco volvieron; David, un joven universitario de 21 años, después de terminar sus clases y tomar un bus, no llegó a casa jamás; y así una lista inmensa de los nombres de quiénes no están ahora físicamente, que han sido víctimas de desapariciones forzadas.